Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo,
tiempo de nacer, tiempo de morir,
tiempo de plantar, tiempo de cosechar,
tiempo de edificar, tiempo de derribar,
tiempo de llorar, tiempo de reír,
tiempo de lamentarse y tiempo de reír,
tiempo de esparcir piedras, tiempo de recogerlas, tiempo de abrazar y tiempo de rechazar el abrazo, tiempo de buscar y tiempo de dar por perdido, tiempo de guardar y tiempo de desechar, tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar, tiempo de amar y tiempo de odiar, tiempo de guerra y tiempo de paz...
(Eclesiastés 3:1-8)
Seguramente al igual que yo, encontraste este pasaje bíblico sumamente interesante, intrigante y lleno de sentido.
Cada acción bajo el cielo tiene un tiempo, un ciclo que cumplir, un propósito incluido.
Llama mucho mi atención la manera en que pudiéramos evitarnos un sin fin de conflictos, pesares y nostalgia, si discerniéramos los tiempos que estamos viviendo, si diéramos espacio a la objetividad y simpleza en nuestra vida, ella nos seria menos complicada.
Tiempo para decir adiós a un ser querido, a una relación, a un empleo...y algunas ocasiones no hacemos mas que estancarnos en ése momento porque no queremos aceptarlo y nos negamos al tiempo de recibir lo nuevo, lo que esta por delante...
Tiempo de llorar, tiempo de reír. ¿Por qué lo evitamos? ¿Por qué escondemos el dolor? Y no me refiero a que andemos por ahí sollozando cuando no la estamos pasando bien, hablo de vivir el duelo, la perdida, de ser así habría mas sonrisas genuinas y menos amargura en el corazón...
Tiempo de abrazar y tiempo de soltar, abrazar nuevos proyectos, propuestas, ideas, cambiando la mentalidad, aquello que nos estanca e impide nuestro crecimiento, nuestra madurez y avance, simplemente no queremos darnos el tiempo de soltar lo viejo, ni desechar lo que no funciona mas...
Y que me dicen del tiempo de callar y tiempo de hablar. Cuando la inspiración se ha esfumado, (a mi me pasa muy seguido) ¿Será que es el tiempo de callar, de guardarnos y meditar? y cuando debemos levantar la voz, no sólo la nuestra sino en nombre de aquellos a quienes no se les escucha y hemos preferido callar...
El tiempo de sembrar y cosechar, cuando la desesperación nos ataca ya sea porque no vemos resultados y pareciera que nuestro trabajo ha sido en vano, quizá sea tiempo de seguir sembrando, la cosecha sin duda llegara a su tiempo.
El universo marca los pasos, esta diseñado de manera exacta y asombrosa, las estaciones del año son excelente ejemplo, nos marcan los tiempos para vestir mas abrigados o mas ligeros, al igual que las comidas unas son mas apetecibles según la estación y/o el lugar, y que me dicen de los festejos, el trabajo, familia, actividades al aire libre, pasatiempos, etc, etc.
Sin duda un pasaje bíblico con mucha tela que cortar, muy aplicable a nuestra vida cotidiana y con sus miles de años de antigüedad, su mensaje es vivo, actual y refrescante.
Un tiempo para todo y todo a su tiempo...¿Que tiempo estas viviendo tu?
